Condenadlo, los ultras no lo absolverán: A propósito de las descalificaciones al guerrillero fariano Gabriel Ángel

Análisis

Por Dax Toscano S.

Imagen de las FARC-EP Artículo "Las vías para la revolución y el socialismo aún siguen siendo exploradas"

Causa sorpresa la producción, circulación y distribución a través de la red de artículos que han sido publicados en estos días contra el guerrillero de las FARC-EP, Gabriel Ángel.  Ojo, los articulistas, y otros que siguen wassapeando contra él, no provienen de la oligarquía colombiana, ni de sus medios de propaganda. No. Esos artículos proceden de algunos personajes vinculados a la izquierda, muchos de los cuales se autocalifican como radicales, es decir los más conscientes y consecuentes con la revolución latinoamericana y mundial. 

Para ser sincero, creo que ni el paraco de Uribe ha recibido ataque tan despiadado en los últimos tiempos por parte de los ultra. 

¿Cuál fue el pecado de Gabriel Ángel? 

Escribir un artículo titulado “Las vías para la revolución y el socialismo aun siguen siendo exploradas”, donde hace una crítica, en forma general, sin particularizar, a quienes desde la izquierda han manifestado su malestar ante el último acuerdo entre las FARC-EP y el gobierno de Santos. Lo más molestoso para esos críticos ha sido la dejación de armas por parte de la insurgencia. No se lo esperaban y, para ser sincero, yo tampoco. En mi caso he hecho pública mi postura sobre este particular en un trabajo que lleva por título: “La paz, las FARC-EP y los críticos de la ultraizquierda”. 

A partir de ahí cayó una andanada de descalificaciones contra Gabriel Ángel. 

Voy hacer referencia a las contenidas principalmente en los artículos de Jorge Beinstein y Narciso Isa Conde. Sin lisonjearlos, diré que se trata de dos compañeros muy lúcidos y, en el caso de Narciso, de un destacado combatiente de la revolución continental. 

Quiero dejar en claro mi postura. Los debates deben darse y las críticas, en el sentido marxista, dirigidas a camaradas de lucha, deben ser constantes. Eso ayuda a descubrir falencias, errores, vacíos para superarlos dialécticamente. Pero de ahí a creer que se puede estigmatizar a un compañero que sigue caminando por la senda de la revolución y casi que condenarlo, es una cosa distinta.

No me referiré a los sesudos análisis sobre la realidad colombiana y mundial que hacen los dos autores señalados. En definitiva, ellos tienen clara la película sobre lo que pasa. Lo único que diré es que falta conocer el sentir de la gente común, meterse a investigar lo que piensa el pueblo colombiano sobre la guerra, sobre la confrontación armada. Meterse en las entrañas del campo y, también, en las metrópolis colombianas para saber lo que dicen las personas del pueblo, la clase media y los burgueses sobre la insurgencia y la conflagración de más de 50 años. 

Hay una realidad muy dura que debemos exponer: la campaña propagandística contra la insurgencia ha calado fuerte en la mente de las personas. Y eso es un factor importante que hay que considerar en los procesos de lucha y transformación revolucionaria de la sociedad. Porque si bien el enemigo (la oligarquía y el imperialismo) no ha podido derrotar ni política, ni militarmente a la insurgencia fariana, si le ha asestado durísimos golpes, fundamentalmente en lo que se refiere a su imagen. Sí, las FARC-EP, tienen respaldo popular, pero todavía en Colombia los que votan a favor de gente como Uribe o Santos, provienen del pueblo llano y no solo de las clases acomodadas. 

Hegemonía, la llamó Antonio Gramsci. 

Volviendo a los artículos de Narciso Isa Conde y Jorge Beinstein, más allá de sus méritos intelectuales, debo decir que contienen epítetos contra Gabriel Ángel que distan mucho de un debate respetuoso entre quienes se dicen ser camaradas de lucha. 

Me dirán algunos que soy provocador o que no represento a organizaciones con trayectoria de lucha o que no tengo la talla intelectual de los que escriben. En definitiva, soy solo un individuo, sin trabajo orgánico, a quien también otros individuos, pero militantes de organizaciones de izquierda del sur del continente, han calificado de recadero de la insurgencia y servil a ellos. 

Veamos algunos ejemplos de los ataques a Gabriel Ángel, a quien descalifican como persona y pensador. 

Lo primero ha sido ridiculizarlo y asociarlo con tesis conservadoras y reaccionarias. Lo han llegado a calificar de liquidacionista y revisionista. Dice Beinstein en su trabajo: “Los embrollos de una exploración sin rumbo. Respuesta a Gabriel Ángel” que él utiliza una estratagema que también la usa la derecha y que consiste en desprestigiar al adversario, recurso que suele expresar debilidad argumental y bloqueo a ideas opuestas y diferentes. El profesor Beinstein al hacer referencia a un párrafo donde Gabriel Ángel, con ironía, habla de las vanguardias y de la revolución como un hecho inminente, que se encuentra a la vuelta de la esquina y la desconfianza de las direcciones en las masas que están dispuestas a lanzarse a la batalla final, dice que “es tan ridículo, que no merece el menor comentario”. El individuo que escribió semejante párrafo ha sido desacreditado, condenado por su torpeza argumentativa y, por supuesto, el preclaro intelectual orgánico lo ha identificado. 

Me parece que al “crítico” argentino le faltó agudeza para leer entre líneas lo que el escritor fariano señaló en su artículo, pero simplemente lo redujo al ridículo. Sin embargo, Beinstein invita al compañero Gabriel Ángel para que descienda de las alturas de su ego y etc., etc., etc. Así con mucha humildad, sin ego, le invita a que se baje de la nube. 

Por supuesto que hay argumentaciones académicas, teóricas profundas en el documento del profesor Jorge Beinstein. Indudable. Además, quienes somos nosotros para cuestionar dicha sabiduría intelectual. Corremos el riesgo, como lo hace con Gabriel Ángel que nos haga quedar como ignorantes. Beinstein dice: “No estaría del todo mal que AG descienda de las alturas de su ego y estudie un poco la historia de las revoluciones y las contrarrevoluciones de los siglos XIX y XX. Como solía decir un curita amigo: ignorancia no es pecado, lo grave es convertirla en soberbia.” En boca de Beinstein, el guerrillero fariano aparece como primitivo, con un ego tal que lo coloca en una especie de raza superior. Prudencia verbal y algunas lecturas, recomienda el profesor Beinstein al “furibundo pecador”. Todo esto acompañado de los cuestionamientos por el tono irrespetuoso utilizado por Gabriel Ángel en su trabajo. 

¡Qué ironía!, ¿verdad? Lo insultan, pero le piden respeto. 

Beinstein, dice: “Si tomo en serio lo que dice AG puedo llegar a concluir que se ha equivocado de lugar, escribe como un politiquero y pretende pertenecer al espacio revolucionario, hasta llega a escribir empleando una vez más el “pluralis majestatis” y haciendo gala de sus “conocimientos políticos” que: ‘con el perdón de nuestros críticos más de medio siglo como guerrilleros nos ha enseñado algo de ello.’ ¿Lo perdonamos?”

Nótese que, en el párrafo en mención, el autor hace gala del uso del latín. Nada de ego, por supuesto, además del tono burlón que también reclaman a Gabriel Ángel. 

Por su parte, Narciso Isa Conde se toma a pecho lo dicho por Gabriel Ángel en su primer artículo. Lo asume como un ataque personal. Expresa que lo dicho por el escritor fariano es contra su persona y contra otros revolucionarios, fundamentalmente integrantes del Movimiento Continental Bolivariano. 

Permítaseme decir que esta afirmación es falsa. En ningún párrafo Gabriel Ángel hace referencia a Narciso y al MCB. Hace una crítica general frente a los pronunciamientos abiertos o socavados de quienes han manifestado su contrariedad y rechazo frente a los últimos acuerdos celebrados en La Habana entre las FARC-EP y el gobierno de Santos. Nada más. No nombra a partidos, organizaciones, personalidades. 

Pero Narciso expresa en  “A Gabriel Ángel: despidiendo sus silencios irresponsables” que: “Esta vez decidí responderle a Gabriel Ángel, atendiendo algunas sugerencias de camaradas muy apreciados, porque sobran las evidencias de que su irresponsable reacción encubierta -parapetada ex profeso detrás de  una crítica general caricaturesca que no señaliza sujeto o contenido alguno- está dirigida fundamentalmente contra los camaradas del MCB que hemos expresado diversas críticas a lo convenido formalmente entre la dirección de la FARC-EP y el Gobierno de Juan Manuel Santos.”

Dice el revolucionario dominicano: “Gabriel Ángel, por demás, conociéndonos, ha recurrido a un ataque desconsiderado. Apeló sin rubor a la descalificación, a la estigmatización y al maltrato sin fundamento de quienes asumimos sin vacilación la condición de aliados estratégicos de las FARC en la lucha por la Patria Grande y el Socialismo frente a losde cara a aquellas izquierdas, que al renunciar a la revolución y abrazar diferentes variantes del reformismo y de las corrientes posibilistas (incluido el social pendejismo), se empeñaron en excluirnos de sus foros.” 

Narciso acusa a Gabriel Ángel de ser intolerante y de usar un lenguaje sobrecargado de un estilo irónico-burlesco sumamente burdo. 

En su segundo trabajo, Iza Conde también inculpa al guerrillero fariano de tener doble moral, por la sinuosidad de las palabras y frases que utiliza en sus artículos. 

Al final de todo este “debate”, lo que queda es un sin sabor. 

Me quedo con la impresión de que disentir es peligroso en las filas de ciertos revolucionarios. Si no piensas como ellos, eres estigmatizado. Te atacan como lo hacen las sectas religiosas. Te minimizan. A Gabriel Ángel casi que lo queman en la hoguera. 

Por otro lado, pregunto ¿qué quieren las fuerzas “radicales” de la izquierda latinoamericana que hagan las FARC-EP? 

Que yo sepa, la insurgencia fariana no ha abandonado la lucha revolucionaria y tampoco ha claudicado frente al poder. Están abriendo otra trocha para caminar en un largo proceso que posibilite los cambios que necesita Colombia, ahora sin armas. Yo ya he expresado que tengo mis reservas frente a eso. Pero es su decisión. Quizás se equivoquen, pero eso no significa que hayan abandonado el camino trazado por Jacobo, por Manuel, por Alfonso. 

Y como lo ha dicho en varias ocasiones Iván Márquez, jefe de la delegación de las FARC-EP en La Habana-Cuba: la lucha sigue encaminada a construir el socialismo en Colombia. 

En ese camino, ahora en otras condiciones, seguiremos apoyando a las FARC-EP. 

Patria Grande, 19 de julio de 2016