Análisis
Por María Méndez
Fundación Colombia Soberana
Los diálogos en La Habana avanzan a buen ritmo, teniendo en cuenta que son temas muy complejos y casi 52 años de un conflicto armado que ha escalado a niveles muy graves y sangrientos.
Sin embargo los amos de la guerra, los que desde sus haciendas organizan y financian grupos paramilitares, mandan a secuestrar nuestros jóvenes pobres y los obligan a prestar el servicio militar para que vayan al monte como carne de cañón a enfrentar una guerra para mantener sus privilegios, atacan el proceso.
Usan todas las formas de lucha, para ellos si está permitido que se combine la política, los medios masivos y mal intencionados de comunicación, las armas, el ataque personal y el terror. Sin vergüenza enarbolan la bandera de la guerra. Lo peor es que el gobierno no hace nada para defender el proceso, e incluso, pareciera que le teme a esa minúscula pero poderosa mafia.
Continúa negativa del gobierno a aceptar la existencia de grupos paramilitares y a poner en duda las amenazas que reciben los líderes campesinos, de izquierda y del movimiento social. Sin embargo seguimos cayendo, nos siguen atacando y nos siguen amenazando, pero jamás intimidando.
Y no solo continúa su indiferencia hacia el pueblo que sufre el terror paramilitar y estatal, también sigue la hipocresía en la mesa. Mientras negocia en La Habana ataca a los guerrilleros en Colombia, unos guerrilleros que están en cese unilateral al fuego y lo han cumplido a cabalidad.
A pesar de la indiferencia y la hipocresía los colombianos seguiremos. Seguiremos por la paz, seguiremos hasta el final, porque sabemos que el futuro de Colombia está a la altura de las expectativas de las generaciones que no hemos vivido un solo segundo de paz, pero también a la altura de sueños de los niños que anhelan un país diferente, un país con oportunidades para todos y todas.
Si los amos de la guerra llaman a la "resistencia cívica" contra la paz, respondamos con movilización contra la guerra, queda solo una pregunta ¿a cuál de los dos prestará oídos el presidente?
Buenas antes que nada un abrazo y miles de agradecimientos por la labor que desempeñan, les escribo por este medio con el fin de que modifiquen el error ortográfico, del encabezado de este artículo.
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